El país asiático está vivenciando un momento excepcional con la floración de bambú negro, una variedad poco conocida que puede permanecer sin flores durante aproximadamente 120 años, antes de su estallido reproductivo. Hacía al menos un siglo que ninguna de estas plantas evidenciaban algo semejante.
El espectáculo del bambú
Cabe destacar que la mayoría de éstas, lo hacen de manera sincronizada; sin embargo, existen algunos grupos desacompasados. De hecho, se pretendía que esto ocurriera en el 2028. En ese sentido, un equipo de la Universidad de Hiroshima se propuso estudiar a detalle su comportamiento.
Aunque parece una buena noticia, lo cierto es que es preocupante. Los estudios iniciales muestran que más del 80 % de los especímenes que florecieron recientemente no produce semillas viables de germinación. Esta situación plantea interrogantes sobre cómo ha sobrevivido la especie, y si es que siempre fue así.
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Si se tratara de alguna consecuencia ambiental, habría más de 170 mil hectáreas -hoy ocupadas por esta especie y por otras- que podrían perderse y dejar ecosistemas enteros vulnerables; como la conversión de bosques en praderas, cambios en la fijación del suelo y alteraciones en el hábitat para animales dependientes.

Los detalles de la especie
También hay que tener en cuenta que aunque existan semillas compatibles con la vida, éstas podrían no prosperar según las características del terreno donde se inserten, lo que reduce aún más su número de viabilidad. Cabe destacar que los miedos son mayores por tratarse de una planta monocárpica, es decir, que florece una sóla vez y luego perece.
Los expertos concluyen que este bambú requiere un nuevo estatus de vigilancia y nuevas políticas de protección y manejo del paisaje.