Más de 50 ballenas minke cayeron en redes de caza comercial japonesa en el área marina protegida del Mar de Ross, en la Antártida, según denunció el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) que exigió una solución al vacío legal que lo permite.
Chris Johnson, del programa antártico de WWF, sostiene que se supone que el Mar de Ross tiene una protección especial contra las actividades humanas para salvaguardar la vida salvaje de la Antártida. Quienes celebraron la creación de este santuario oceánico se horrorizarían por la matanza de ballenas dentro de ella.
La denuncia se presentó el martes en la apertura de la reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en Brasil. Japón solicitó la reanudación de la caza comercial de ciertas especies, entre ellas la ballena minke, de la que se estima que hay un número relativamente abundante.
La CBI establece el apoyo mínimo de tres cuartas partes de sus 88 miembros para fijar cuotas de captura o zonas “santuario” en las que esté prohibido cazar ballenas, pero Tokio quiere proponer rebajarlo a mayoría simple.
Fuente EFEverde.