En los últimos días la ciudad entrerriana de Concordia sufrió las devastadoras consecuencias del fenómeno natural, que se caracteriza por el aumento de las temperaturas en la región centro-occidental del Pacífico Ecuatorial. En ese sentido, El Niño posee una gran influencia en las condiciones climáticas, lo que ha propiciado múltiples anegamientos. 

Un caso con precedentes

Esta no es la primera vez que la ciudad sufre por su presencia. Cada dos o siete años la zona registra precipitaciones anormalmente altas, lo que se combina con la crecida del río Uruguay y la erosión del suelo que no está preparado para estos cambios. Todo conduce a la afectación de las urbanizaciones aledañas y a sus pobladores. 

Hasta este lunes el número de evacuados por las inundaciones alcanzó un total de 568 personas. Esto representa a al menos 160 familias que debieron recibir la ayuda del Estado para ser trasladadas a distintos centros y domicilios particulares.

La agudeza de El Niño

En este contexto, especialistas en meteorología salieron a aclarar que se trata de un fenómeno global que no va a impactar de igual forma a toda la Argentina. Asimismo, explicaron que Concordia es un punto frecuente y que ha tenido episodios similares anteriormente. Los más graves ocurrieron en 1998 y en 2015. Éste último implicó la evacuación de cerca de 20.000 ciudadanos. 

Al respecto, insisten en que lo que complica a esta zona es la suma de diferentes factores vinculados a su geografía. Esto explica por qué los pueblos vecinos poseen riesgos similares. 

Cabe destacar que por causa del cambio climático las consecuencias y amenazas vinculadas a El Niño, se ven exacerbadas. El sur de Brasil, por ejemplo, está experimentando una de las peores inundaciones de su historia, lo que también propició los problemas en Concordia debido a la crecida del Río que comparten ambas naciones.