Los últimos reportes de los incendios en el estado norteamericano aseguran que más de 12 mil viviendas y negocios se vieron severamente afectados; por otro lado, el número de fallecidos ascendió a 24, según cifras oficiales. Si bien las autoridades sostienen que las llamas se encuentran controladas por los cuerpos de bomberos, aseguran que continúan representando un peligro para las comunidades, pero también para la infraestructura energética de la región.
Recientemente, el medio FOX Business anunció que la situación -que desde el 7 de enero avanzó a pasos agigantados- podría interrumpir el flujo de energía en la zona oeste del país. Explican que, si bien las refinerías ubicadas en Los Ángeles y Long Beach no se encuentran directamente amenazadas por las llamas, sí ven en riesgo sus oleoductos próximos.
Al respecto los suministros de crudo, gasolina, diésel y gas natural se están administrando estratégicamente, aunque a medida que avancen los fuegos serán más difíciles de proveer. Según Lipow Oil Associates, hay al menos cinco refinerías en California que concentran el 40 % de la capacidad de la zona del pacífico, lo que incluye a Alaska y a Hawái.
La relación entre los incendios y el combustible
Hasta ahora varios oleoductos debieron ser cerrados lo que ha interrumpido los servicios en varios puntos de Estados Unidos. A su vez, esto provocó el exceso en los inventarios, lo que obligará a reducir las tasas de operación.
Cabe destacar que los combustibles son una de las fuentes de ingreso más importantes para el estado californiano, por lo que su perjuicio también repercutirá en la recuperación de sus poblados. Si bien aún no se ha evaluado cuánto costará la reparación de daños, se sabe que más de 8 millones de personas se vieron afectadas, incluyendo sus viviendas, bienes personales y medios de subsistencia.
- Nota anterior: “Aumenta la crisis por los incendios en California”.
Contexto
Respecto a estos eventos, los mismos fueron propiciados parcialmente por las ráfagas de vientos conocidos como “Santa Ana”. Éstos son comunes durante enero y se caracterizan por alcanzar velocidades de hasta 113 kilómetros por hora. Las condiciones meteorológicas persistirán por lo que la advertencia de bandera roja permanecerá vigente hasta el miércoles.
De los incendios, el más devastador fue el de Pacific Palisades, que consumió el 78 % de las hectáreas mencionadas en áreas como Brentwood. En dicho lugar numerosas familias enfrentan la pérdida de sus hogares. Hasta el domingo, el 11 % del foco se encontraba controlado.