Más de 245.000 hogares en Irlanda y cerca de 7.000 en el Reino Unido permanecen sin luz tras el paso de la tormenta Ophelia, con vientos de hasta 145 kilómetros por hora.
En la República de Irlanda y la región británica de Irlanda del Norte, donde este lunes murieron tres personas en accidentes relacionados con los fuertes vientos, los colegios permanecieron cerrados mientras continúan las labores para apartar árboles caídos de carreteras y se trabaja para restablecer el fluido eléctrico.
Una mujer, de unos 50 años, murió cuando un árbol cayó sobre su auto en el condado de Waterford en el sureste del país. La segunda víctima es un hombre de unos 30 años que falleció cuando trataba de retirar un árbol caído, en un incidente que involucró una motosierra.
La tercera víctima mortal es una mujer que falleció en Waterford (sureste), en un siniestro de circulación relacionado con las rachas de viento de hasta 156 kilómetros por hora que se han registrado en el país.
A pesar de que las peores condiciones meteorológicas ya han pasado, el departamento de Educación de Irlanda del Norte justificó el cierre de las escuelas porque aún existen «riesgos en los desplazamientos» de los autobuses escolares y problemas de suministro eléctrico en algunos centros.
Cerca de 20.000 hogares permanecen además sin agua corriente en Irlanda, donde las autoridades calculan que los suministros básicos no se recuperarán por completo hasta dentro de algunos días.
Las alertas meteorológicas se levantaron este martes en el Reino Unido después de que Ophelia causara problemas en Gales, donde 2.000 hogares siguen sin luz, y en Escocia, con otros 1.000 sin corriente.
En Glasgow (este de Escocia), parte de la fachada de un bloque de pisos que estaba en proceso de ser demolido se desplomó.
El servicio ferroviario entre Edimburgo y Perth y entre Glasgow y Edimburgo se han visto afectados por una rama caída sobre una línea de electricidad en Bellshill (centro de Escocia).
La oficina meteorológica del Reino Unido (Met Office) señaló que los restos de Ophelia, ya debilitada, han avanzado hacia Escandinavia, por lo que levantaron la alerta por fuertes vientos.
El director de Políticas Públicas de la Asociación de Aseguradoras Británicas (ABI, en inglés), Alastair Ross, recalcó que los seguros de hogar «cubrirán los daños de la tormenta» y que pueden «ofrecer alojamiento temporal si es necesario».
Los peores efectos de la tormenta se los llevó este lunes la isla de Irlanda, donde el temporal llegó poco después de haber sido degradada desde la categoría de huracán.
Los peores vientos se registraron en County Cork, al sur de la isla, donde alcanzaron 156 kilómetros por hora, mientras que en Gwynedd, al norte de Gales, se llegaron a registrar ráfagas de 145 kilómetros por hora.
A pesar de que los servicios de emergencias alertaron a los ciudadanos de la necesidad de mantenerse en el interior de edificios durante el paso de la tormenta, el ministro irlandés de Defensa, Paul Kehoe, lamentó que algunas personas hicieron caso omiso de esas recomendaciones.
Fuente: hemisferios.info/ El Comercio