El descubrimiento fue hecho a orillas del embalse Ezequiel Ramos Mexia, en Río Negro, por paleontólogos e investigadores del Conicet. Se trata del “Azhdarchidae” una especie voladora que vivió hace 100 millones de años.

Los expertos dieron con una vértebra del cuello del animal, la misma data de un reptil con una envergadura semejante a la de un cóndor.

En Argentina se conocen otros azdárquidos, como el Aerotitan sudamericanus, también de Río Negro, pero mucho más reciente (70 millones de años de antigüedad), y el Thanatosdrakon amaru (85 millones), de la provincia de Mendoza, el cual es uno de los azdárquidos más completos y que habría alcanzado cerca de 9 metros de envergadura.