Autoridades francesas analizan la petición de nacionalización hecha por el fundador de Greenpeace y de la organización Sea Shepherd, el canadiense Paul Watson, quien fue encarcelado el pasado 21 de julio tras ser denunciado por Japón. El hecho ocurrió en el distrito de Sermersooq en Groenlandia, una región autónoma de Dinamarca, luego de enfrentarse a uno de sus buques con el fin de interrumpir la caza de ballenas.

En este contexto, las autoridades judiciales danesas, prolongaron el pasado miércoles su detención provisional hasta el 13 de noviembre, y a partir de una posible extradición a Japón, Watson pidió asilo en una carta manuscrita enviada al presidente Emmanuel Macron.

El respalde de Francia

Jean-Noël Barrot, ministro francés de Exteriores, confirmó la recepción favorable de la solicitud, lo que le aseguraría la ciudadanía.

Desde París se sigue el avance de las peripecias judiciales del militante ecologista, y durante los fines de semana se realizan marchas para exigir su liberación.

Una de las integrantes del gobierno francés, la ministra de Ecología, Agnès Pannier-Runacher, pidió por su liberación a las autoridades danesas porque los motivos de su detención «no se justifican».

La postura de Japón

En cuanto a Japón, exigen que continúe privado de su libertad debido a que obstaculizó una embarcación de una empresa comercial.