El Estrecho de Gibraltar, que anualmente cruzan más de 30 millones de aves de 380 especies diferentes en sus migraciones hacia África, se ha convertido en un observatorio privilegiado para detectar los efectos del cambio climático en la biodiversidad, que ya se dejan sentir.
Un centenar de expertos en ornitología, cambio global y medio ambiente se dieron cita en Tarifa (Cádiz) en el III Congreso Internacional de Migración de Aves y Cambio Global, que se celebró hasta el miércoles, para abordar este asunto y poner en común sus trabajos de investigación.
El congreso, inaugurado hoy, se celebra en el Centro Internacional de Migración de Aves (CIMA) en Punta Camorro. El centro es además en esta época un privilegiado punto para ver las migraciones de aves que tras el periodo nupcial en Europa, regresan ahora a África.
Fuente EFEverde.