Una investigación publicada en la revista Science of The Total Environment, confirma que las sustancias químicas desprendidas de las partículas de plástico pueden afectar a los erizos de mar durante sus etapas embrionaria y larvaria e impedirles el desarrollo normal, provocándoles la muerte.
Los autores del estudio expresaron que estos microplásticos están presentes en todos los mares y, aunque los estudios encontraron numerosas interacciones negativas entre la contaminación plástica y los animales marinos, los efectos sobre el desarrollo embrionario son poco conocidos.
Los científicos colocaron huevos de erizo fertilizados en agua de mar con diferentes niveles de plástico para comparar los efectos de los gránulos recién fabricados con los impactos de los altos niveles de fragmentos encontrados en Watergate Bay en Inglaterra.
Tras esta prueba, descubrieron que las larvas que se criaron en agua contaminada acabaron desarrollando anomalías significativas en las tres concentraciones probadas (1, 5 y 10 % de plástico) y, por lo tanto, murieron.
Según los investigadores, las concentraciones probadas en el estudio son raras en los océanos, pero podrían ocurrir en áreas donde se acumula la contaminación plástica.