Escocia confirmó la presencia de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), comúnmente llamada “enfermedad de la vaca loca”, en una granja ubicada en Ayrshire.
Si bien se trata de un hecho alarmante, puesto que es la primera infección en más de dos años en el territorio, las autoridades alimentarias correspondientes al organismo Food Standards Scotland, aseguran que no es más que un caso aislado. Asimismo, aseguraron que existen estrictos controles destinados a proteger a los consumidores. En ese sentido, también afirmaron que la detección se logró gracias a uno de esos chequeos regulares.
Combatiendo el problema
El protocolo ahora indica que se deberá restringir el movimiento del animal contagiado y de todos aquellos que han estado en contacto con él. Los mismos irán recibiendo inspecciones de rutina que determinarán la necesidad, o no, de realizar sacrificios.
- Quizás te pueda interesar: “Aumenta la preocupación por la ‘enfermedad del ciervo zombie’”
Por su parte, se vieron en la necesidad de aclarar que el ejemplar enfermo no ingresó en la cadena alimentaria, lo que garantiza que los productos cárnicos siguen siendo seguros para el consumo de la población. Esto significa que no ha sido necesario el decomiso o la prohibición de comercialización y/o consumo de ciertos alimentos, como ha ocurrido en otras oportunidades.
Subrayan que “el riesgo asociado con este caso aislado es mínimo” y que si algún agricultor posee dudas busque consejo con algún especialista en veterinaria.
Sobre la enfermedad de la “vaca loca”
Explican que es un trastorno cerebral que afecta al ganado adulto. Es causado por una proteína anormal que termina destruyendo el sistema nervioso central del animal y concluye con su muerte. Hoy en día no existe ni cura, ni tratamiento, ni vacunas para combatirla, por lo que el destino de los ejemplares contagiados siempre es el mismo.
Los humanos también pueden contraer una versión de la “enfermedad de la vaca loca” llamada Creutzfeldt-Jakob. Ésta consiste en un trastorno degenerativo que carece de cura. El mismo puede ser transmitido a través del consumo de tejidos blandos contaminados.