Un nuevo estudio de la Universidad de Reading (Reino Unido) -y publicado por la revista Environmental Research Letters– asegura que la temperatura en la superficie de los océanos alcanzó niveles históricos entre el 2023 y el 2024, en un periodo que comprende más de 400 días consecutivos. 

Según los investigadores, este fenómeno no tendría precedentes en los registros modernos. Si bien consideran que el aumento sostenido de calor podría estar relacionado con el fenómeno climático El Niño, aseguran que no es la única causa. Mencionan que se produjo un desequilibrio energético en el sistema terrestre, el cual se viene intensificando desde el 2010. 

Un problema que ataca a los océanos

Para explicar de qué se trata este inusual evento, indican que la velocidad en la que se incrementa la temperatura actualmente es cuatro veces más rápida que en la década del ‘80. En aquel entonces, el ritmo era de 0,06 grados Celsius por década, mientras que ahora es de 0,27 grados Celsius para el mismo lapso de tiempo. Estos datos se ven reflejados en los récords de temperatura que se han denunciado en los últimos años. 

Según explican, el planeta estaría absorbiendo más energía del Sol de la que puede liberar o reflejar al espacio, lo que provoca un aumento sostenido del calentamiento en todo el globo. Creen que el aumento de gases de efecto invernadero de origen antrópico estaría detrás de este fenómeno.

Culpa nuestra

Los expertos aseguran que la única forma de mitigar este proceso de aceleración es reducir al mínimo las emisiones de dióxido de carbono y avanzar más rápidamente hacia alternativas de cero emisiones netas. Insisten en que la responsabilidad de estos hechos es puramente humana, dado que el cambio climático natural no es suficiente para explicar la situación. 

Estos hallazgos refuerzan la idea de que el calentamiento global está intensificando los efectos de otros eventos inherentes a la Tierra, exacerbando sus impactos y su frecuencia. En ese sentido, destacan que el calentamiento de los océanos podría tener otras implicaciones -aún desconocidas- para la biodiversidad marina, los patrones meteorológicos y las comunidades dependientes de los recursos marinos.