Esta semana, el presidente Joe Biden anunció un nuevo plan que tiene como fin reducir las emisiones de las centrales eléctricas, en particular de gas y carbón, a partir de 2030. Estas medidas se enmarcan dentro de los compromisos climáticos del país.

Si este plan entra en vigor, sería la primera vez que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos impone restricciones a las emisiones de CO2 de centrales ya existentes.

Esta medida es más que importante ya que la producción de electricidad representa alrededor de un cuarto de las emisiones de este gas de efecto invernadero en la nación.

Además, ya confirmaron que llevarán a cabo el cierre de las centrales de carbón, pero aseguraron que tendrán un impacto insignificante en los precios de la electricidad. Para tomar este tipo de decisiones, las autoridades se basaran en el tipo de central, su nivel de uso, o su eventual fecha de cierre prevista.