El país norteamericano dio comienzo a una novedosa operación en la que semanalmente se estarán liberando unas 14 millones de moscas sobre la selva panameña. Se trata de una medida estratégica para salvaguardar la salud de la fauna local -incluidas las personas-. 

La amenaza en cuestión es un insecto conocido como “mosca del gusano barrenador” (Cochliomyia hominivorax) que se ha convertido en plaga en Centroamérica. Su larva puede ser implantada en los tejidos vivos de los animales, lo que resulta en graves infecciones letales. 

Moscas modificadas

La intervención fue autorizada por el gobierno local y se enmarca dentro de una estrategia internacional. Detallan que el interés de Estados Unidos estaba puesto en el avance de esta problemática hacia el norte de América, región que durante el 2025 comenzó a presentar grandes afectaciones en el sector ganadero. En ese sentido, esta alianza entre países busca detener la progresión y proteger la salud pública en el largo plazo. 

Tras varios estudios se definió que la mejor forma de combatir la situación era a través de una alternativa biológica que funcione como barrera natural. El método utilizado es conocido como Técnica del Insecto Estéril y consta de criar masivamente ejemplares macho infértiles que luego son liberados en la naturaleza: al aparearse con hembras no sólo no pueden reproducirse, sino que impiden que éstas pongan huevos viables, lo que permite reducir sus poblaciones. 

 Las larvas de la mosca del gusano barrenador se infiltran en los tejidos vivos de animales e incluso humanos.
Las larvas de la mosca del gusano barrenador se infiltran en los tejidos vivos de animales e incluso humanos.

La efectividad del método

No es la primera vez que se utiliza este método, de hecho, Estados Unidos lo viene implementando desde hace años con otras especies conflictivas; sin embargo, esta es la primera vez que lo aplican en el país latinoamericano. El mismo fue elegido por ser un punto estratégico de contención biológica dado su ubicación geográfica. 

De este modo, Panamá se transforma en un escudo sanitario esencial en la contención de una plaga que podría tener consecuencias catastróficas en la economía rural del continente. Si bien la utilización de moscas modificadas puede ser controversial, los grupos ambientalistas no se han pronunciado al respecto.