España es uno de los países de Europa con más contaminación lumínica, con valores medios de consumo por habitante y año de 116 kilowatts-hora, frente a los 43 que se consumen en Alemania o los 91 de Francia.

La ciudad líder en contaminación lumínica fue Valencia. Si bien existe una porción de la contaminación lumínica que es irremediable, porque el alumbrado público es necesario, Fernando Jáuregui, astrofísico del Planetario de Pamplona, insiste en que hay que evitar el uso absurdo e innecesario de la luz.

El experto señala a las nuevas lámpara LED de colores cálidos y anaranjados como la mejor opción en la actualidad para reducir la contaminación lumínica en España.

El principal parámetro para determinar si una luminaria es más o menos contaminante es su temperatura y el color, siendo los tonos de azul o blanco, los que más contaminación lumínica producen.

El catedrático en Luminotecnia Josep María Ollé advirtió que la dispersión de la luz en el cielo no entiende de fronteras, por lo que la concientización debe ser global.

Fuente Público.