Los niveles de ruido producidos por los vehículos aéreos no tripulados se encuadran dentro del rango conocido, en determinados mamíferos terrestres y marinos, como «causante de perturbaciones».
Las reacciones de los animales varían dependiendo de múltiples factores, como la especie, el contexto ambiental e histórico o el tipo de dron y su manejo. Por ello, los expertos animan al desarrollo de protocolos específicos para cada taxón, dado que los robots, los cuales hoy suponen herramientas marginales dentro del estudio ecológico, contribuirán en el futuro próximo a mejorar la comprensión, administración y conservación de la biodiversidad del planeta.
Fuente, ABC.