La masiva demanda de quinoa, principalmente desde Europa y Estados Unidos, generó en los últimos años mayores ingresos a Perú y Bolivia, países que exportan el 80% de la quinua a nivel mundial. Sin embargo, no todos los productores se vieron beneficiados con el denominado boom.
Mientras medianas y grandes empresas asociadas en cooperativas aprovechaban el auge del superalimento de los Andes, muchos pequeños agricultores quedaban rezagados y con pocas posibilidades frente a sus fuertes competidores.
Junto a la FAO, la UNESCO y el Gobierno peruano, el Fondo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible creó el Programa Conjunto Granos Andinos para brindar apoyo a alrededor de 2.350 agricultores en las ciudades peruanas de Ayacucho y Puno, regiones andinas donde se produce el 80% de la quinua del país.
Por sus altas propiedades de hierro, potasio, fósforo y zinc, el pequeño grano andino se ha puesto de moda internacionalmente y es una de las apuestas de la FAO para erradicar el hambre y la desnutrición mundial, promoviendo no sólo su consumo, sino también su cultivo en lugares fuera de Latinoamérica. Incluso es parte de la dieta de los astronautas de la NASA en el espacio.
A pesar de que el proyecto de la ONU estaba dirigido a todos los productores de quinua en situación de vulnerabilidad, la iniciativa ayudó especialmente a que las mujeres productoras se sientan empoderadas e independientes. Así, más del 50% de los beneficiados con el proyecto fueron mujeres.
Por otra parte, la creciente demanda de Occidente de comida más saludable y orgánica generó que el precio en el mercado local suba hasta en un 85% en los últimos años. El Instituto de Alimentación Mundial advirtió que la población pobre no se mantendrá a la par de la subida de los precios, algo que reduciría el consumo y aumentaría el riesgo de malnutrición, que conduciría a enfermedades, especialmente en las zonas andinas.
Granos Andinos contribuyó a mejorar la nutrición en Perú y la calidad de los alimentos promoviendo el consumo de quinoa. Raúl de Mora, portavoz del Fondo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, asegura que “lo más importante es haber entendido que a través de la producción se pueden incrementar los ingresos, se puede promover la igualdad con las mujeres y favorecer la adaptación de la producción al cambio climático”.
Fuente: hemisferios.info\ DW