El Papa Francisco pidió esta semana la colaboración de los gobiernos de todo el mundo para hacer de la migración una opción más segura y voluntaria, subrayando que garantizar la seguridad alimentaria de la población requiere hacer frente al cambio climático y acabar con los conflictos.
El Pontífice realizó este llamamiento en la ceremonia del Día Mundial de la Alimentación (DMA), que ha tenido lugar en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El tema este 2017 es: Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural.
El Santo Padre señaló que está claro que las guerras y el cambio climático son una de las causas del hambre, así que no presentemos el hambre como si se tratase de una enfermedad incurable.
Además, pidió un compromiso total con el desarme gradual y sistemático, e instó a un cambio en los estilos de vida, el uso de los recursos y la producción y el consumo de alimentos con el objetivo de proteger el planeta.
En referencia al desarrollo del Pacto mundial para una migración segura, regular y ordenada, el primer acuerdo de este tipo negociado por gobiernos bajo la supervisión de la ONU, afirmó que “la gestión de la movilidad humana requiere una acción intergubernamental coordinada y sistemática, alineada con las normas internacionales existentes, y repleta de amor e inteligencia”.
“Lo que está en juego –añadió- es la credibilidad de todo el sistema internacional”.
Al mismo tiempo aseguró que resulta desafortunado que “algunos” países se estén alejando del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Cada año, millones de personas abandonan sus hogares para escapar del hambre, la pobreza y los conflictos.
El director General de la FAO, José Graziano da Silva, sostuvo que cada vez migran más personas porque no tienen la posibilidad de quedarse en sus hogares y tierras.
Y afirmó que la intención es abordar las causas fundamentales de la migración, como la pobreza, la inseguridad alimentaria, la desigualdad, el desempleo y la falta de protección social. Para salvar vidas, necesitamos reconstruir el entorno en el que viven las personas, fortaleciendo su resiliencia y asegurando sus medios de subsistencia para ofrecerles la posibilidad de una vida digna”.
El Día Mundial de la Alimentación coincide este año con un momento en que el hambre en el mundo está aumentando por primera vez en más de una década, afectando a 815 millones de personas, el equivalente al 11 por ciento de la población mundial. Este incremento se debe principalmente a la proliferación de conflictos violentos y a las perturbaciones relacionadas con el clima, que son también las principales causas de la migración por dificultades económicas.
La FAO celebra el Día Mundial de la Alimentación cada año el 16 de octubre, para conmemorar la fundación de la Organización en el año 1945. Se organizan eventos en más de 150 países de todo el mundo, convirtiéndolo en uno de los días más celebrados del calendario de la ONU. Estos eventos promueven la concienciación y las iniciativas a nivel mundial a favor de quienes padecen hambre y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y dietas nutritivas para toda la población.
Fuente: hemisferios.info/ FAO