La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) indicó que el poderoso fenómeno meteorológico finalizará antes de junio. Y tras su paso, según la Oficina Australiana de Meteorología, el Océano Pacífico se enfrió “sustancialmente”.
En junio del año pasado, el fenómeno llevó aguas más cálidas a la superficie del Pacífico, lo que agregó calor adicional a la atmósfera e hizo que aumentaran las temperaturas a nivel global, batiéndose récords históricos mes tras mes.
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La llegada de La Niña
Por otro lado, un grupo de investigadores estadounidenses afirmó recientemente que había un 60 % de posibilidades de que La Niña se desarrolle entre junio y agosto, y un 85 % de que esto suceda hasta el otoño boreal.
Este fenómeno puede desacelerar ligeramente el ritmo del calentamiento global, lo que podría indicar que las temperaturas récord experimentadas el año pasado no son la evidencia de que el mundo haya entrado en una fase de calentamiento más rápida.
Los efectos que produce
La Niña produce un fortalecimiento de los vientos, por lo que la masa de agua calentada por el sol es empujada hacia el oeste. Mientras tanto, en el Pacífico oriental, se eleva agua fría y profunda que reemplaza la caliente.