España, Francia, Italia, Malta, Portugal, Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez suscribieron este jueves (10/03/22) la “Declaración de Valencia” con el objetivo de reforzar la cooperación en seguridad hídrica y adaptación al cambio climático.
Este encuentro, celebrado en el Palau de les Arts de la capital valenciana bajo el lema Diálogo 5+5, reunió a ministros y a otras altas autoridades responsables en materia de agua, recursos hídricos y ambiente de los citados países.
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Teresa Ribera, encabezó este foro de alto nivel, que se cerró con una declaración ministerial que recoge el compromiso conjunto de hacer frente a las consecuencias del cambio climático sobre los recursos hídricos de la región, que ya experimenta serias alteraciones.
El informe del Panel Internacional del Cambio Climático (IPCC) pone de manifiesto que la región mediterránea “es uno de los entornos con mayor nivel de estrés hídrico. Una situación de escasez de agua que sufren ya más de 180 millones de personas en la cuenca mediterránea”, señaló la funcionaria.
Previsiones climáticas
Las estimaciones apuntan a un incremento de la frecuencia y virulencia de los fenómenos extremos (sequías, inundaciones, grandes tormentas…), al agravamiento de fenómenos como la desertificación y la salinización de acuíferos y suelos, y a la disminución de la escorrentía y caudales de ríos.
Estas consecuencias -añadió Ribera- impactarán no sólo en la agricultura, sino que también afectarán negativamente a la autonomía energética, al descender la producción hidroeléctrica.
“España y Portugal podrán experimentar una reducción del 10 % de su potencial hidroeléctrico con un aumento de 2 grados centígrados, y podría reducirse a la mitad en caso de 1,5”, ha advertido.
Por este motivo, los diez países acordaron poner en marcha un programa de formación, transferencia de conocimiento y desarrollo de capacidades para identificar conjuntamente aquellas acciones, experiencias y soluciones concretas que pueden ofrecer valor añadido en ámbitos como la gestión integrada de cuencas hidrográficas, desarrollos tecnológicos para desalación y reutilización, o nuevos sistemas de irrigación y mejora de la red de infraestructura pública.
Reforzar la seguridad hídrica
Con la “Declaración de Valencia”, los países de la región mediterránea también se comprometen a reforzar la seguridad hídrica mediante la aplicación de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) a todos los niveles para avanzar de una forma resiliente hacia la consecución de un acceso seguro al agua y al saneamiento para todos, tal y como establece el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 de la agenda de Naciones Unidas para 2030.
Con información de EFEVerde