Un nuevo estudio muestra que el deshielo del glaciar Jakobshavn está impulsando el crecimiento del fitoplancton en las aguas costeras del oeste de la isla, en la bahía Disko. Esto se debe a que el agua dulce arrastra nutrientes desde las profundidades hasta la superficie, lo que produce un gran impacto en los ecosistemas del Ártico.

Los detalles del deshielo

Para conocer las consecuencias del deshielo, los investigadores utilizaron datos y simulaciones entre 1992 y 2021, y determinaron que el flujo de agua supera los 1.200 metros cúbicos por segundo durante el verano, generando una intensa corriente ascendente. Esto se debe a que el agua dulce es menos densa que la salada. En este proceso, emergen nutrientes como el nitrato y el hierro, que el fitoplancton aprovecha para desarrollarse.

Según las investigaciones, el volumen total de agua que sube desde las profundidades puede ser hasta cuarenta veces mayor que el caudal original del deshielo. Gracias a sus modelos, lograron detectar que la productividad del fitoplancton aumenta en el verano entre un 15 y un 40 % en los años de mayor deshielo, como 2012 y 2019.

Se reveló la dramática situación de los glaciares en Groenlandia.
Se reveló la dramática situación de los glaciares en Groenlandia.

El cambio climático en Groenlandia

Esta situación tiene un impacto negativo en la absorción de dióxido de carbono: como el agua que llega a la superficie por el deshielo es más cálida y menos salada, se disuelve menos gas en el océano. De este modo, aunque el fitoplancton es capaz de retirar carbono de la atmósfera, el agua es menos capaz de absorberlo. Esto significa que Groenlandia pierde su capacidad de actuar como sumidero de carbono.

Los autores advierten que el calentamiento de las aguas y los cambios en la química marina pueden favorecer la liberación de este gas en otras estaciones, aumentando el impacto del calentamiento global. Además, los cambios en la disponibilidad de los nutrientes podrían modificar la composición de las comunidades fitoplanctónicas, produciendo la aparición de floraciones nocivas que alteren la estructura de los ecosistemas costeros.