Liberar a la economía de los plásticos de un solo uso se convirtió en una prioridad de la sostenibilidad en la Unión Europea. El objetivo es que todos los envases de este material producidos en 2030 estén diseñados para que puedan ser reciclados o reutilizados y evitar que el 50 % de los envases de plástico terminen en las playas europeas.

El comercio minorista, que representa el 11 % del PBI de la Unión Europea, permite analizar e impulsar la transición colectiva hacia una economía circular donde el reciclaje y la reutilización de los materiales sustituya a la entrada de nuevos componentes en el sistema productivo.

Para Susanne Zek, de la Mesa Redonda Europea de Comercio Minorista, los supermercados son un espejo de la sociedad, se adaptan constantemente a la demanda.

Muchos expertos coinciden en que el desafío ambiental es enorme y la mentalidad debe cambiar porque si todos los habitantes consumieran recursos como los europeos, harían falta dos planetas y medio para saciar sus necesidades.

Fuente: Efe Verde