Aunque la relación causa efecto es todavía difícil de establecer, para Fabrice Lambert, profesor de climatología de la Universidad Católica de Chile la actividad minera podría representar un auténtico peligro para los más de 24 mil glaciares que hay en el país.
El profesor explica que el polvo que generan las mineras se posa en los glaciares cubriendo la superficie blanca que es refractaria a los rayos del sol. Esas partículas absorben la energía solar y provocan un rápido deshielo. Agrega que la mayoría de los glaciares de Chile están en torno a alguna mina.
Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero chileno, no comparte estas declaraciones y asegura que más del 70 % de la actividad minera se desarrolla en zonas donde no hay glaciares.
La disminución de la superficie helada en Chile se corresponde con la tendencia mundial, según el Servicio Mundial de Vigilancia de los Glaciares. Argentina es el único país sudamericano y uno de los pocos del mundo que cuenta con una legislación específica para la protección de los glaciares.
Fuente Diario 11.