Para Chile la industria pesquera es una actividad económica primordial. El país es uno de los líderes mundiales en exportaciones de salmón y algunos mariscos. Aunque recientemente el jardín marino que baña las costas podría estar bajo amenaza por el cambio climático y otros factores ambientales, como la acidificación de los mares (cambios en el PH de los océanos) y el aumento en las concentraciones de CO2.

Frente a este panorama, el Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), la carrera de Hotelería, Turismo y Gastronomía de INACAP Talcahuano-Concepción y la Pontificia Universidad Católica de Chile, dieron comienzo a un programa llamado “Degustando el Cambio Climático”.

Valeska San Martin, bióloga de la Universidad Católica, llevó a cabo un experimento en un lapso de dos meses, en donde buscaba recrear las condiciones que tendrían en el mar en las próximas décadas moluscos como choros y ostiones. Con ello puedo notar modificaciones en aspectos como su textura y, además, su sabor.

El método utilizado

Este trabajo consistió en poner a un grupo de moluscos en  condiciones de mayor acidez que las actuales junto a otro grupo de control con las condiciones normales, simulando lo que se espera para el océano en 10 años.

Uno de los primeros resultados que se obtuvieron de este experimento, indicó que pueden existir cambios en el sabor de mariscos, a medida que el PH (nivel de acidez del agua) del mar baja.

El estado de la comida

Los sabores, olores, textura, cremosidad, persistencia y también su capacidad mecánica, lo cual significa, cuán fuerte es o no la concha que logra desarrollar, son parte de una evaluación que arrojará luces sobre cuál será el real impacto del cambio global y la acidificación en el ostión del norte, con implicancias importantes para los acuicultores, la industria y los miles de empleos que se generan alrededor de este cultivo.

Actualmente, esta investigación se encuentra en la fase final de la experimentación, específicamente en la recolección de datos.