Lo hará a través de su nuevo complejo llamado Jewel, el cual contará con la cascada interior más grande del mundo. Se trata de un torrente de 40 metros de altura y que puede llevar más de 3 mil litros de agua por minuto, la cual se consigue a través de la recolección de agua de lluvia.
Además, la cascada servirá como difusor para los jardines de aproximadamente mil cuatrocientos árboles y palmeras. Gracias a estas prácticas amigables con el ambiente, el aeropuerto aspira a obtener una certificación Green Mark, otorgada por el gobierno de Singapur.
Fuente, El Universal