Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicado recientemente, todas las regiones del mundo sufrieron fenómenos extremos en sus ciclos de lluvias el año pasado, en forma de inundaciones y sequías, mientras que la zona del Río de la Plata en América del Sur es de las más afectadas con una «sequía persistente» desde 2019.
En cambio, «se observaron caudales fluviales mayores de lo normal en algunas cuencas de América del Norte, el norte de la Amazonía y África meridional (Zambezi y Orange), así como en China (la cuenca del río Amur) y el norte de la India», indicó el informe.
El estudio también reveló que alrededor de 3.600 millones de personas tienen un acceso «inadecuado» al agua dulce al menos un mes al año, cifra que podría superar los 5.000 millones en el año 2050.
Los datos se desprenden del primer informe anual sobre recursos hídricos a nivel global realizado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia de Naciones Unidas.
El trabajo también analizó el flujo fluvial en diversas cuencas del mundo, y lo comparó con el promedio del período hidrológico de los últimos 30 años.
Entre los resultados principales, la agencia de la ONU resaltó que la superficie terrestre con un flujo fluvial inferior a la media fue dos veces mayor que la superficie por encima de la media.
También alertó que entre 2001 y 2018, el 74% de los desastres naturales tuvieron que ver con el agua, al tiempo que el almacenamiento terrestre de agua tuvo tendencias negativas que fueron más fuertes que las positivas.
Ante esta situación, la agencia de la ONU instó a las autoridades a acelerar la introducción de planes de alerta temprana para prevenir sequías e inundaciones, y aminorar el impacto de estos fenómenos extremos.