Una nueva investigación realizada en conjunto por Suecia, Brasil, Austria, Alemania, Reino Unido y Hungría, indica que los nanoplásticos que entran en nuestro organismo a partir de alimentos o bebidas contaminadas o a través de la respiración, pueden ser capaces de reducir la efectividad de las terapias con antibióticos.
Características de los nanoplásticos
Estas partículas de plástico presentan un tamaño microscópico que va de entre 1 y 1.000 nanómetros. Dichas partículas son más pequeñas que la arena fina, clasificada con diámetros entre 0,063 mm (63.000 nanómetros) y 0,125 mm (125.000 nanómetros).
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El reciente estudio indica que estos contaminantes son capaces de unirse a los antibióticos, lo que dificulta su capacidad para combatir las infecciones por bacterias. Dicho efecto no solo reduce su eficacia en las áreas en donde realiza su trabajo, sino que además complicaría el transporte del medicamento a otras partes del cuerpo.
Un problema para los antibióticos
El experimento demostró una reducción significativa de entre el 40 y el 50 % de la eficacia de la tetraciclina cuando estaba presente en conjunto con partículas de nanoplásticos, como poliestireno y polietileno.
Lukas Kenner, profesor del Departamento de Biología Molecular de la Universidad de Umeå, indicó que “Los resultados son alarmantes, considerando lo comunes que son los nanoplásticos y el impacto que tienen los antibióticos en salvar vidas”.