El pasado 20 de agosto el pueblo ecuatoriano decidió poner fin a esta práctica en el Parque Nacional Yasuní. Esta victoria, que recibió los votos del 58,9% de los votantes, es un logro histórico para el movimiento ambiental.
A través de este referéndum, se eligió suspender la explotación petrolera actual, además de que no se podrán firmar nuevos contratos para la extracción de este recurso.
El Parque Nacional Yasuní está ubicado en la Amazonía ecuatoriana y fue declarado en 1989 como Reserva de la Biosfera. Su importancia ambiental radica en que es una de las zonas con mayor biodiversidad por metro cuadrado del planeta, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El ex presidente ecuatoriano, Correa, lanzó en el 2007 la iniciativa Yasuní, un proyecto que buscaba mantener bajo tierra el petróleo existente en el bloque 43 del Parque, con la idea de recaudar la mitad de lo que se esperaba ganar con la exploración. Es decir, que los países pagaran para dejar ese petróleo bajo tierra. Pero al cabo de cinco años, Ecuador había recibido menos financiación de la esperada. Por tal motivo, en el 2013 el mismo presidente anunció la cancelación de la iniciativa, lo que implicaba habilitar la extracción y venta de petróleo.
Frente a esa decisión, se formó el colectivo ambientalista Yasunidos que solicitó una consulta popular para que la ciudadanía decidiera al respecto. Recién después de diez años de lucha, la Corte Constitucional admitió la solicitud que dió lugar a esta reciente victoria.