Este país es pluricultural y multiétnico, entre más de 16 millones de ecuatorianos, existen 15 nacionalidades indígenas y entre 12 y 15 subgrupos Quichua parlantes.
Ecuador es megadiverso y está ubicado entre los diez primeros lugares globales por su biodiversidad.
Además, es el quinto país con mayor número de especies de aves y el segundo con especies de colibríes.
Es para mencionar también que la población de mantarrayas gigantes más grande del planeta se encuentra en las aguas territoriales ecuatorianas. Esta nación se ubica entre los lugares con mayor número de plantas vasculares, entre 16.500 y 19.400 según investigaron e informaron distintas fuentes, de las que algo más de 4.500 son endémicas, es decir que son originarias de aquel país. Se documentó que, de esta vasta y amplia riqueza de especies vegetales, cerca del 30% posee usos en la construcción, medicina, religión y diversas prácticas culturales.
Sin embargo, y es algo que también debemos mencionar, es que el país enfrenta muchas amenazas a su biodiversidad. Ppr.ejemplo, en 2016, según algunos especialistas, Ecuador acumulaba una pérdida de biodiversidad del 13%, 3 puntos porcentuales por encima del 10% considerado admisible.
Ahora nos quedamos en la Población y en la presión ambiental para saber que sucede con estos dos factores.
A la par que el crecimiento poblacional, aumentan las presiones sobre las especies, ecosistemas y sus servicios ambientales.
Según Naciones Unidas, Ecuador es el país con mayor densidad poblacional en Latinoamérica. Y en ese sentido, la conservación no puede seguir haciéndose de forma reactiva a los impactos de un crecimiento poblacional tan acelerado. Sino que al contrario, debe pasar a ser parte integral de la agenda de desarrollo, incluyendo una inserción definitiva en los procesos educativos y formativos, como siempre lo destacamos como de suma importancia y que es una condición necesaria.
Ocurre que la sostenibilidad ambiental y sus consecuentes implicaciones en el bienestar social deben ser parte de los procesos de toma de decisiones de la política pública.
Es decir que, la participación social en las decisiones sobre sus servicios ambientales debe crecer y hacerse de manera crecientemente transparente, particularmente en temas como calidad y cantidad de agua para uso humano, sostenibilidad de pesquerías y seguridad alimentaria, conservación de recursos naturales sobre los que dependen los fuertes emprendimientos económicos locales, sobre todo turismo de naturaleza. Por todo esto,es primordial crear e incrementar las juntas locales de manejo participativo y fertilizar así una cultura donde la gente pueda ser autora de su propio destino sin tener que cambiar repentinamente sus costumbres por consecuencias naturales provocadas directamente por el mal accionar del hombre.
Aprovechando las numerosas oportunidades que crecientemente se evidencian y para cubrir muchos de los déficits financieros que hoy día existen, Ecuador debe implantar modelos apropiados de sostenibilidad económica para la conservación de sus áreas naturales y para el desarrollo local. Particularmente, el país debe moverse hacia una economía más verde en la que la alta dependencia de las exportaciones petroleras sea sustituida por industrias más sostenibles y no contaminantes, por ejemplo el turismo.
Las autoridades principales, creen sumamente necesario apoyar a los Pueblos Originarios a los ecosistemas naturales y biodiversidad para que este territorio sea utilizado con criterios de sostenibilidad ya que la conservación es una urgencia no solo ambiental sino por sobre todo social.
Fuente: Efe Verde