La Fundación Mundo Marino lanzó un comunicado a través de sus redes sociales confirmando el fallecimiento de la orca macho, que vivió en sus estanques durante 33 años. La noticia llega tras años de luchas de activistas pidiendo su liberación; de hecho, el Congreso de la Nación llegó a recibir decenas de iniciativas vinculadas a terminar con su cautiverio.
El destino de la orca Kshamenk
La publicación fue acompañada de un video del animal nadando junto a sus entrenadores y un recordatorio sobre cómo lo rescataron en 1992 tras un varamiento. En sus palabras expresaron que, aunque intentaron reinsertarlo en su hábitat, las lesiones sufridas, la falta de su familia y el tiempo de recuperación imposibilitaron dicha opción. Cabe destacar que otras organizaciones ambientalistas han cuestionado múltiples veces este accionar y que descreen que encerrarlo haya sido la alternativa correcta.
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En cuanto a las causas de muerte, estiman que se trató de un paro cardiorrespiratorio, aunque su cuerpo está siendo analizado para garantizar que no haya habido algún cuadro o enfermedad no detectada previamente. Asimismo, la principal hipótesis sugiere que su edad avanzada habría sido el motivo principal. Explican que el cetáceo excedió la expectativa promedio en libertad, que ronda los 30 años.

La respuesta de los activistas
El domingo, tras difundirse la pérdida de Kshamenk, Activistas Animalistas de La Costa expresaron que seguirán luchando para prohibir los acuarios, oceanarios y/o delfinarios que, en sus palabras, “esclavizan la vida de los animales y no proporcionan ninguna clase de aporte educativo, científico ni conservacionista a la sociedad”.
Explican que mantener a una orca privada de su libertad implica su desnaturalización y el confinamiento en soledad; además de exponerla a sonidos extremos y otras acciones de crueldad animal que que propician “conductas de estrés”. Por todo ello, exigen garantizar su autonomía.