El Convenio sobre la Diversidad Biológica es el instrumento internacional para «la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos», que ha sido ratificado por 196 países.

Dada la importancia de la educación y la conciencia pública para la aplicación del Convenio a todos los niveles, la Asamblea General proclamó el 22 de mayo, fecha de la aprobación del texto, Día Internacional de la Diversidad Biológica mediante la resolución 55/201, en el año 2000.

Desde 1992, la Convención se ha ido aplicando a través de la visión y el liderazgo de países, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, comunidades indígenas y locales, la comunidad científica y los individuos a título personal.

La diversidad biológica es uno de los pilares de la vida humana. Estabiliza el clima de la Tierra, renueva la fertilidad del suelo y provee bienes y servicios que contribuyen a nuestro bienestar material. Sin embargo, insostenibles patrones de producción y consumo y otras prácticas nocivas, exacerbadas por la pobreza y otros factores sociales y económicos, continúan destrozando el hábitat natural y a las especies que dependen de él.

Tras la adopción del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 las Partes han avanzado significativamente en el logro de varias de sus Metas de Aichi. El 25º aniversario de la Convención es una buena oportunidad para resaltar los logros del mismo, tanto nacional, como globalmente. Asimismo, sirve para mirar hacia el futuro.

Fuente: ONU e Instituto Nacional de Estadística de la República Bolivariana de Venezuela.

PH: ONU.