Según un nuevo estudio elaborado por científicos del “British Antarctic Survey” (BAS), sin la presencia del cambio climático los derretimientos récord en la Antártida durante el 2023 habrían sido “extremadamente improbables”.
Aquel año se alcanzaron mínimos históricos, con al menos 2 millones de kilómetros cuadrados menos de hielo de lo habitual en temporada de invierno. Este número equivale a 10 veces el Reino Unido.
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El impacto del cambio climático
Este evento fue excepcionalmente extraño, sobre todo porque hasta el 2015 la constante era el crecimiento del hielo marino. En ese sentido, consideran que la reducción fue repentina e inesperada.
Si bien cada 2.000 años ocurre un fenómeno similar producto de los ciclos meteorológicos naturales, ahora los expertos estiman que es cuatro veces más probable bajo la presencia del calentamiento global y sus efectos.
Para llegar a estas conclusiones se trabajó con datos de 18 modelos climáticos diferentes; con ellos pudieron analizar las probabilidades de derretimiento en distintos escenarios. Cabe destacar que los resultados podrían no ser del todo concluyentes dado que sólo se tienen 45 años de mediciones satelitales de hielo marino. Esto hace que sea demasiado difícil evaluar los cambios.
Más datos
Otros estudios recientes han destacado el importante papel de los procesos océanico y cómo el calor almacenado debajo de las superficies y las temperaturas cálidas de las superficies pueden haber contribuido a la situación de la Antártida. Al respecto, también se han mencionado a las variaciones de los vientos y de las tormentas como responsables.
Investigaciones como estas son elementales para comprender el comportamiento de los ecosistemas más prístinos y buscar soluciones a las consecuencias del cambio climático.