La Dirección de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear notificó esta semana que detectó niveles muy bajos de yodo radiactivo (l-131).

Por su parte, la agencia expresó que todavía no hay certezas sobre el origen de la radioactividad, pero ya afirmó que no existe peligro para las personas ni para el ambiente.

Desde la Dirección de Vigilancia Aérea anunciaron a medios locales que esta situación no es inusual, aunque subrayaron que es la primera vez que se detecta algo así en la estación de Tromso.

El origen de la radioactividad

Explican que el hecho de encontrar una sustancia radiactiva indica que no hubo ningún accidente en una central nuclear o similar y sugirieron que el hospital universitario del norte del país, que utiliza esta sustancia para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, podría ser la fuente.

Los expertos detallan que el iodo natural tiene 53 protones en el núcleo y 74 neutrones (para un total de 127 partículas nucleares), pero su isótopo radiactivo, I-131, tiene 4 neutrones más en su núcleo.  Este elemento es un nutriente que se acumula en la glándula tiroides del cuerpo. La absorción de iodo radiactivo aumenta el riesgo de cáncer.