Se descubrió un asentamiento urbano precolombino en la región de la Costa Chica de Guerrero, en el sur de México, el cual supone una nueva fuente de información sobre la evolución social y cultural del período epiclásico mesoamericano.
Los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia indicaron que el asentamiento, conocido como “Paso Temprano” o “Corral de Piedra”, cuenta con una extensión de más de 1,2 kilómetros, siendo uno de los hallazgos más novedosos de la región.
Los detalles de la ciudad misteriosa
Según los expertos, este paradero permitiría definir una nueva cultura local del Epiclásico, lo que podría provocar una revolución en el entendimiento del desarrollo cultural en este territorio.
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Su estructuración se caracteriza por presentar asentamientos elevados, murallas, zonas de desfiladeros y accesos controlados, lo que podría desvelar una antigua intención defensiva o, al menos, de un control del espacio que trasciende lo meramente residencial.

La evolución de antiguas culturas
El sitio fue ocupado entre los años 650 y 950 d.C. Ese tiempo coincide con un momento de grandes transformaciones en Mesoamérica, cuando se produce el ocaso de grandes centros (como Teotihuacan) y la aparición de nuevos polos de poder regionales, marcados por dinámicas sociales y políticas propias.
Si los expertos lograran identificar una cultura arqueológica propia, con rasgos arquitectónicos y sociales distintivos, se confirmaría la existencia de un foco civilizatorio autónomo en una zona que, históricamente, era considerada como periférica.