Científicos suecos desarrollaron un fluido específico, llamado combustible solar térmico, que puede almacenar la energía del sol durante más de una década.

 

La energía solar se captura entre los enlaces de una molécula modificada, y permanece ahí incluso cuando se enfría a temperatura ambiente.

 

Cuando se necesita la energía, se devuelve la molécula a su forma original liberando energía en forma de calor.

 

Fuente, ECOinventos.