A través de la última década, distintos sectores de la sociedad advirtieron que el lobo se multiplicaba sin control y que estaba acabando con la ganadería, por lo que parte de la sociedad vivía atemorizada. Sin embargo, distintas organizaciones ambientalistas indican que los datos oficiales revelan una realidad muy distinta.
La población del lobo en España
Un nuevo censo nacional muestra que la población del lobo apenas creció un 1 % en la última década en España, por lo que el desarrollo de la especie sufre un estancamiento debido a la persecución humana y los problemas genéticos.
Según Luis Suárez, coordinador de conservación de WWF España, “El balance es demoledor. El número de manadas ha pasado de 297 a 333 entre 2014 y 2024. Sólo un 12 % más en diez años. Se trata del menor incremento en una década desde que el lobo tocó fondo en los años 70”.
La ONG denuncia además la persecución ilegal de este animal, y durante junio logró que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia suspendiera la resolución de la Xunta, documento que reactivaba la caza del lobo en la temporada 2024/2025, a partir del principio de precaución ambiental.
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Una idea ineficiente
Esta situación no sólo atenta contra biodiversidad, sino que también es inútil para proteger la ganadería extensiva, ya que al realizar un ataque a la especie se la fuerza a desestructurar sus manadas, lo que dificulta su capacidad de capturar presas silvestres. Es por ello que el ganado desprotegido en el monte queda como una presa más fácil.
Esta persecución hizo que un gran número de personas reclamaran en las calles de Madrid al grito de “Lobo vivo, Lobo protegido”.