Un estudio realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza en conjunto con la Universidad de Newcastle, Australia, indica que en promedio una persona puede ingerir, a través del agua, del aire y los alimentos, y dependiendo de los hábitos de consumo, unos cinco gramos de plástico semanalmente. Una cantidad que equivale a comerse una tarjeta de crédito.

 

El reporte, que analizó los datos recogidos por 52 artículos académicos publicados en revistas científicas, señala que los crustáceos, la sal, la cerveza, pero sobre todo el agua potable son alimentos y bebidas que contienen microplásticos, es decir, partículas de plástico. El agua subterránea, la superficial, la potable del grifo y hasta la embotellada contienen restos de este material con cifras que alcanzan las 1769 fibras, o partículas, por cada 500 ml.

 

Fuente, Semana Sostenible