Este lunes conmemoramos el Día Internacional de la Conciencia por los Tiburones. En este contexto, la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) lanzó un nuevo informe donde destaca el papel de estos peces en la cadena trófica y en el equilibrio de los ecosistemas. 

El documento destaca que las principales amenazas para estos ejemplares están relacionadas a la sobrepesca, al cambio climático y la contaminación oceánica, y que la situación es crítica a nivel mundial. Según el informe de 2024 de la UICN, “casi un tercio de las especies de tiburones, rayas y quimeras están amenazadas de extinción”.

El estado de los tiburones

Explican que “la sobrepesca está llevando a la extinción a la mayoría de las especies. Indonesia, España e India son los países con mayor pesca de tiburones del mundo, y México y Estados Unidos se suman a los cinco principales países que más tiburones capturan. Sin embargo, solo el 26 % de las especies a nivel mundial son objetivo de la pesca: la mayoría se capturan (y se conservan) como captura incidental”.

Según un informe del biólogo Simon Pierce -citado por Infobae-, “la subida de la temperatura oceánica, la pérdida de oxígeno en las aguas y la acidificación están provocando cambios en las rutas migratorias, pérdida de hábitats clave y alteraciones en la fisiología reproductiva de los tiburones. Algunas especies ya empezaron a desplazarse hacia los polos en busca de temperaturas más estables, lo que genera nuevos desafíos para su conservación”.

Muchas especies marinas se encuentran en peligro.
Muchas especies marinas se encuentran en peligro.

La especie en la Argentina

En nuestro país, la especie más perjudicada es el gatopardo, la cual está catalogada como vulnerable y vio un descenso poblacional de entre el 60 y el 80 % en la última década por la sobrepesca y el cambio climático.

En cuanto a sus características físicas, su cuerpo está cubierto por manchas negras, grises y blancas, posee una sola aleta dorsal y siete hendiduras branquiales (en lugar de cinco, como tiene la mayoría). Es considerado uno de los tiburones más antiguos.

Tal como afirma la Fundación Temaikèn, el tiburón gatopardo es un predador tope, por lo que cumple “un papel fundamental en el control de las poblaciones de otras especies marinas. Su desaparición alteraría de forma significativa el equilibrio ecológico del ecosistema en el que habitan, lo que refuerza la necesidad de estudiarlos con profundidad”.