Un equipo de científicos del Conicet descubrió que los halógenos -elementos químicos liberados naturalmente desde el hielo polar- podrían ser clave para la reducción de las concentraciones de ozono en la atmósfera terrestre. 

Explican que el ozono troposférico -que es el que se encuentra más cerca de la superficie del planeta- es un contaminante que afecta negativamente a la salud de las personas y del ambiente. Si bien a la altura de la estratósfera actúa como una capa protectora de rayos ultravioletas, cuando está a niveles tan bajos impacta en el aire y su calidad. 

¿Cómo funciona?

Los halógenos por su parte, pertenecen al grupo de elementos químicos donde también se encuentran el cloro y el bromo, todos ellos de alta reactividad. Éstos tienen la capacidad de romper las moléculas de ozono y acelerar su descomposición. 

Lo bueno es que los halógenos son liberados de manera natural por los océanos, y van hacia el hielo, durante la primavera. Un fenómeno que se produce en los polos de la Tierra. Sin embargo, destacan que las cantidades que emanan no compensan la magnitud de las emisiones globales. 

Los beneficios del hielo polar

Donde más logran tener impacto es en las zonas más cercanas, llegando a reducir el ozono superficial en hasta un 40 %. En el Ártico la intensidad de este proceso ha aumentado desde épocas preindustriales y prevén que siga cambiando en el futuro.  

Detallan que este descubrimiento en el hielo polar podría ser útil para el mejoramiento de la calidad del aire en las regiones más pobladas del planeta, como Europa y Norteamérica.