Canadá inauguró un proyecto arquitectónico único en su tipo. Se trata de una casa construida a base de 600.000 botellas de plástico recicladas. La misma está ubicada en Nueva Escocia y está preparada para soportar los vientos huracanados de la región.
Esta vivienda sostenible se plantea como una solución transformadora al problema de los desechos, pero también a los problemas habitacionales que enfrenta el mundo. Para realizarla se utilizó principalmente tereftalato de polipropileno, un polímero común en contenedores de agua.
Desafíos y logros
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Gracias a la trituración de estos productos se logró producir una espuma expandida que se solidifica y forma paneles duraderos y ligeros. Éstos fueron revestidos con fibra de vidrio y pintura resistente a rayos UV para lograr aún mayor resistencia al moho, las termitas y la humedad.
Aseguran que la estructura final demoró sólo siete horas en armarse, lo que demuestra lo manejables que son estos productos. Gracias a ello se podrían minimizar los tiempos de construcción y los residuos típicos del proceso.
El plástico como solución
Pese a lo liviano de los paneles, éstos fueron sometidos a pruebas de viento extremas donde demostraron soportar el doble de la fuerza de un huracán de categoría 5. Por otro lado, las paredes logran mantener la temperatura interior, lo que reduce significativamente la necesidad de aire acondicionado o calefacción.
En cuánto a lo asequible de esta propuesta, aseguran que su precio es competitivo: la casa ensamblada y completamente equipada costó menos de 400.000 dólares. Y vos, ¿comprarías una casa hecha de plástico?