Para el año 2025, la capital de Dinamarca apunta a ser neutra en carbono, lo que significa que planifica generar más energía renovable que la energía contaminante que consume.

 

La ciudad ya redujo sus emisiones en un 42 % a partir de los niveles de 2005, principalmente por haber dejado los combustibles fósiles para generar calor y electricidad. Sin embargo, el transporte todavía representa un tercio de la huella de carbono de la ciudad.

 

Fuente: Clarín