El proyecto CarbFix pretende ser un método con el que capturar y almacenar el dióxido de carbono bajo tierra con el objetivo de reducir los niveles de este gas en la atmósfera.
Para ello, un grupo de científicos e ingenieros de Reino Unido, EEUU y, principalmente, de Islandia, donde se ha probado el proyecto, ha demostrado por primera vez que el dióxido de carbono puede inyectarse en el subsuelo y reaccionar con minerales volcánicos hasta sufrir un proceso de solidificación que lo transforma en roca.
Más del 95% del CO2 inyectado en el subsuelo del lugar en el que se ha probado el proyecto -la planta geotérmica islandesa de Hellisheidi- se ha mineralizado en menos de dos años.
El gran debate que se genera es su seguridad a largo plazo. Los precursores de CarbFix han utilizado para probar este experimento un tipo de roca concreto, la roca basáltica, un material sobre el que se asienta el 90% de Islandia y que permite fácilmente su combinación con dióxido de carbono para transformarse en piedra caliza.
Los científicos aseguran que gracias a esta roca el almacenamiento de dióxido de carbono es mucho más seguro. No obstante, tal y como confirman los científicos, para comprobar la eficacia total de este método haría falta experimentar con mayores cantidades de CO2 y en localizaciones de mayor profundidad.
Fuente:Hemisferios/ Cronica Global