Esta semana Niza fue sede de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, donde los máximos responsables políticos se reunieron para compartir experiencias, discutir preocupaciones y proponer soluciones en relación a estos ecosistemas. Gracias a ello lograron armar un tratado para regular el ciclo de vida de los plásticos, una de las amenazas más crecientes para la fauna y flora marina.
El mismo será presentado oficialmente en agosto con el apoyo del Programa para el Medio Ambiente de la ONU (PNUMA), durante una última sesión de negociación prevista entre los días 5 y 14 en Ginebra. Se tratará de un texto jurídicamente vinculante que abordará este tipo de contaminación desde su producción hasta su eliminación.
Los detalles del tratado
Durante el evento realizado este mes, el cual fue de carácter informal, los países coincidieron en que tratar esta problemática era una urgencia global. En ese sentido, sostuvieron que los residuos de este material ya han penetrado en casi todos los ecosistemas del globo y que, en formato de microplásticos, se encuentran incluso en nuestro cuerpo.
Al respecto, las previsiones estiman que para 2040 podrían verterse al océano 37 millones de toneladas de plástico al año, lo que daría pie a la muerte masiva de especies por asfixia. Este panorama no sólo representa un impacto ambiental, sino también económico en términos de turismo, limpieza de playas, escasez de pescado y degradación de zonas costeras.
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Un plan prometedor
En esta oportunidad se hizo una renovación de algunos de los compromisos ya tomados en el 2022 a petición de las Naciones Unidas durante una Asamblea Internacional. Desde entonces se han realizado múltiples reuniones para unificar criterios y plantear un estándar sanitario común. El nuevo hito se resumirá en 33 artículos que serán clave para la toma de decisiones.
Asimismo, detallan que el texto es el más ambicioso realizado hasta la fecha, dado que contempla todo el proceso de gestión del desperdicio, combinando disposiciones obligatorias con enfoques voluntarios. Explican que si se cumple el calendario, el texto final se someterá a una conferencia diplomática y podrá entrar en vigor a mediados del 2026.