Un equipo de científicos de Texas, Estados Unidos, liderados por Donna Shaver, jefa de la División de Ciencia y Recuperación de Tortugas Marinas en el National Park Service, trabajan con el fin de proteger a este animal (Lepidochelys kempii), considerado como el más amenazado de su tipo.
Desde hace cuatro décadas que los grupos de expertos realizan estrategias de conservación en Padre Island, para que esta especie prevalezca. La misma, depende en gran medida de un solo sitio de anidación ubicado en Rancho Nuevo, México.
La situación de la tortuga lora
Tomando en cuenta la situación de estas poblaciones, en 1978 se inició un programa de reintroducción en Texas para establecer una colonia secundaria. Para esto, miles de huevos fueron trasladados a modo de que las crías eclosionarán en un entorno protegido antes de ser liberadas en la playa. Además, este plan indicaba que a la hora de llegar a la madurez, los ejemplares de la especie regresen al refugio para hacer sus nidos para sus crías.
- Quizás te puede interesar: «Peligra la producción de alimentos a nivel global».
Si bien en casi 20 años no se detectaron hembras anidando en esta nueva ubicación, el 29 de mayo de 1996, una tortuga nacida en el programa depositó sus huevos en Padre Island, lo que confirmó la capacidad de éxito del proyecto.
Las dificultades de su población
En la actualidad, los expertos sugieren que el estancamiento de esta población, que amenaza su estabilidad, fue provocado a partir de diversos factores. Uno de ellos, fue el derrame de petróleo de Deepwater Horizon ocurrido en 2010, el cual contaminó hábitats claves en el golfo de México.
Otro de los motivos que afecta a la población es la erosión costera, ya que reduce las áreas disponibles para la anidación, además del aumento de la temperatura de la arena.
Según los expertos, el futuro de la población de las tortugas lora dependerá de la capacidad de adaptación ante nuevos desafíos y de la colaboración intergeneracional.