El Ministerio de Educación chino incorporó en 2016 los deportes electrónicos en su programa de especializaciones universitarias. La retransmisión de las semifinales del campeonato mundial de la liga de leyendas en octubre de 2017 consiguió en este país una audiencia que rondó los 105 millones de espectadores. Unos quinientos millones de chinos practican esta actividad; aproximadamente cincuenta mil de ellos son profesionales.

La mayoría de los clientes de este sector son jóvenes, un colectivo que se está transformando gracias a la tecnología. Otro ministerio, en esta ocasión, el de Cultura, va a publicar una guía para promover la innovación en la animación y los cómics, dos contenidos igualmente populares entre los ciudadanos de menor edad. La consultora de internet iResearch calcula que la cifra de usuarios chinos ha pasado de 50 millones en 2014 a 80 millones tres años después.

El intercambio de aparatos electrónicos en Xianyu ha reducido en 100 millones de kilos la cantidad de emisiones de dióxido de carbono en tres temporadas, de acuerdo con la valoración de la organización China Beijing Environment Exchange. El transporte en bicicleta es otra medida sostenible muy implantada entre los integrantes de la Generación Z en este país. Las aplicaciones de Ofo y Mobike, con índices de utilización superiores al 5%, son las líderes de un mercado en el que se comparten 25 millones de bicis al mes.

Las preferencia tecnológicas de los jóvenes chinos han causado que esté cayendo la venta de un producto que aparentemente estaba tan asentado como los fideos instantáneos. La preocupación por seguir una dieta más variada y las facilidades que proporcionan internet y los dispositivos móviles han desencadenado un descenso en el consumo de este artículo del 17%. Así, los fabricantes ingresaron unos siete millones de euros en 2017, 1.200.000 menos que en 2013.

Fuente: hemisferios.info/La Vanguardia