La contaminación en China afecta a la productividad de los trabajadores, por lo que su reducción en un 1% con medidas que no impliquen mermar la producción industrial permitiría un aumento anual del 0,08% en el PIB del país, según un estudio divulgado por universidades chinas.
Aunque habitualmente se suele abordar la problemática de la contaminación desde un punto de vista sanitario, este informe pone el foco en los efectos de la contaminación en la productividad de los empleados y sus consecuencias para la economía.
En China, muchos trabajadores se ausentan de sus puestos de trabajo debido a los graves problemas de salud que les causa la mala calidad del aire, que puede provoca disminución de la función pulmonar, ritmo cardíaco irregular, aumento de problemas respiratorios y anginas de pecho. Además, afecta a su capacidad cognitiva, ya que tiene efectos psicológicos que alteran su rendimiento y aumenta su ansiedad.
Teniendo en cuenta todos estos factores, la reducción de las partículas PM 2,5 (inferiores a 2,5 micras, las más pequeñas y perjudiciales para la salud), tendría un impacto positivo en la economía de todas las empresas.
En un intento de combatir los altos niveles de contaminación, las autoridades chinas se fijaron como objetivo reducir entre octubre de este año y marzo de 2018 en al menos un 20 % el nivel de partículas PM 2,5 en la zona formada por las regiones Pekín-Tianjin-Hebei, la más contaminada del país.
Para lograrlo se recurrió al cierre de algunas fábricas para reducir sus emisiones que, junto a la de los vehículos, son una de las principales causas de la contaminación atmosférica.
Brian Viard, coautor del estudio, insistió en que el cierre de fábricas no figura entre las medidas analizadas en el estudio para rebajar la contaminación y animó a las autoridades a efectuar otras acciones que no impliquen una reducción de la producción industrial.
Señaló que esto podría incluir la reducción de otras fuentes de contaminación como el polvo de la carretera, el tubo de escape de los automóviles y la generación de energía.
El estudio también apuntó que muchos trabajadores, como los repartidores, trabajan al aire libre y sin mascarilla durante muchas horas, por lo que su exposición a la degradación del aire es muy elevada.
Por ello, instaron a que las empresas inviertan en la protección de sus trabajadores frente a la contaminación, ya que no es sólo una cuestión de salud, sino de grandes beneficios económicos.
Fuente: hemisferios.info/ EFE