En el sur de la Reserva Natural del Namib, una extensión de 200.000 hectáreas situada en la región namibia de Hardap, un centro educativo está ayudando a los ciudadanos a usar la energía solar.

 

Se llama Fondo para la Educación Ambiental del Desierto de Namib (NaDEET) y desde 2003 inspira a jóvenes y familias del país para hallar soluciones a los problemas medioambientales y económicos de la región.

 

África Subsahariana tiene los niveles de electrificación más bajos del mundo, y según el Banco Mundial, solamente el 42% de sus hogares tienen acceso a la energía eléctrica.

 

Suelen utilizar combustibles sólidos como la madera, el carbón, la paja o el estiércol para cocinar, que representan una gran carga económica y cuya contaminación tiene graves consecuencias para la salud, especialmente para mujeres y niños, que sufren una mayor exposición al humo de las cocinas en las casas.

Fuente, El País.