Científicos del CONICET desarrollan así alimentos con valor nutricional a partir de residuos de la industria alimentaria. El grupo de investigadores, liderado por la investigadora Patricia Risso y el investigador Darío Spelzini, se dedica a estudiar componentes de alimentos, modificar sus estructuras y evaluarlas para otorgarles valor nutricional agregado.

Este estudio se basa en la industria quesera: el suero lácteo. En este sentido, Spelzini y su grupo realizan las pruebas necesarias para conocer el comportamiento de este efluente industrial. El especialista indica que el suero lácteo tiene dos proteínas que son nutricionalmente muy ricas, la alfa-lactoalbúmina y la beta-lactoglobulina, que son utilizadas también por deportistas para aumentar la masa muscular y en nutrición parenteral.

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Un avance de la ciencia argentina

Dichas proteínas son capaces de producir un concentrado húmedo que se puede incorporar en panes, quesos, postres, lácteos y helados, para darles un valor nutricional agregado. Una vez logrado este concentrado húmedo, se puede utilizar, por ejemplo, en reemplazo de la leche en la producción de pan lactal.