Un grupo de científicos advierten sobre el daño significativo que estas explotaciones suponen para el ambiente y el estrés al que se ven sometidos los propios cefalópodos. El estudio señala que los pulpos son particularmente inapropiados para la vida en cautiverio y la producción masiva, por razones tanto éticas como ecológicas. Destacan que el interés hacia la creación de este tipo de granjas se debe a la creciente demanda en el mercado de estos animales.

 

La alimentación de los pulpos criados en cautividad supone la captura de vastas cantidades de peces y de marisco, por lo que esta actividad no solo perjudica al ambiente, sino también pone en peligro la propia seguridad alimenticia de los humanos, alertan los autores de la investigación. Asimismo, su crianza conlleva un aumento de la contaminación por nitrógeno y fósforo y la pérdida de hábitats, entre otras consecuencias negativas.

 

Fuente, RT