El país asiático ideó un nuevo “sistema de gestión de la huella de carbono” descrito por el Ministerio de Ecología y Ambiente como un paso clave para alcanzar sus propios objetivos climáticos y cumplir con las normas internacionales. 

Eliminación progresiva del carbono

Los planes de medición entrarán en vigencia a partir del 2027 a través de normas que aplicarán a un total de 100 productos clave en la economía regional. Éstos se caracterizan por ser altos en emisiones, como el gas natural y el carbón. Del mismo modo, se hace mención a artículos como las baterías, el aluminio y el acero.

Prevén posteriormente ampliarlo a otros 200 productos con vistas al 2030. La intención es instaurar un consumo más responsable con el ambiente e impulsar a los  gobiernos a desarrollar programas piloto y políticas que lo fomenten. 

La situación de China

Cabe destacar que China es uno de los países que más contamina en todo el mundo debido a sus altos niveles de fabricación. En ese sentido cada vez hay más tensiones comerciales debido a las restricciones que se están imponiendo en todo el mundo, sobre todo por parte de la Unión Europea, que ha colocado un nuevo impuesto fronterizo sobre el carbono, elevando los aranceles a la importación. 

De esta forma, China intenta reposicionarse en el mercado internacional al demostrar interés en establecer normas claras sobre la medición y divulgación de la huella de carbono de sus productos. Lo que busca es ponerse a la altura de las nuevas legislaciones más ambiciosas que plantean otros países.