En la actualidad, el gigante asiatico es el mayor consumidor mundial de combustibles fósiles, incluidos el carbón y el petróleo. En este contexto poco alentador, su enviado especial para el clima, Xie Zhenhua, dijo recientemente que su eliminación progresiva es «poco realista”.

También, señaló que estos combustibles, que contribuyen al calentamiento global, deben continuar con un papel vital en el mantenimiento de la seguridad energética mundial.

Estos dichos se dieron en el marco de un foro celebrado en Pekín el pasado jueves, previo a la reunión sobre el clima COP28 que se celebrará en Dubái en noviembre.

En estos días, los países se encuentran bajo presión para que asuman compromisos más ambiciosos en la lucha contra el calentamiento global, luego de que un «balance» mundial liderado por la ONU señalara que serían necesarias 20 gigatoneladas de reducciones adicionales de dióxido de carbono, solo en esta década, para evitar que las temperaturas suban por debajo del umbral crítico de 1,5 grados centígrados en relación a los niveles preindustriales.

Para la próxima COP 28, los activistas esperan que se genere una voluntad política necesaria para fijar objetivos claros para reducir el uso del carbón y el petróleo.